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Milei reprivatizará las represas de Alicurá, El Chocón, Cerros Colorados y Piedra del Águila. Actualmente están concesionadas, operadas con prórrogas transitorias. El lunes pasado fue publicado en el Boletín Oficial el decreto 718/2024, la decisión gubernamental que da cuenta de ello. Ya escrita la reglamentación de la Ley Bases, la secretaría de Energía del ministerio de Economía llamará a Concurso Público Nacional e Internacional para la venta del paquete accionario mayoritario. La norma establece que las empresas ENARSA y NASA deberán transferirle a la secretaría de Energía las acciones de las empresas a privatizar dentro de los próximos seis meses para formalizar el proceso.
Estas represas aportan al país casi el 35% de la energía eléctrica que se consume. Entre El Chocón y Piedra del Águila producen 2700 MW, mientras que Yacyretá tiene 3200 de potencia instalada, pero es una represa binacional (Argentina –Paraguay). Las represas en cuestión, como todas las demás, se construyeron íntegramente con dinero público, es decir cero aporte de privados. Las trece represas restantes vencerán sus concesiones desde este año al 2026, y esta acción reciente del gobierno marca sus destinos.
La instrumentación de la decisión no está muy clara, tomando en cuenta lo establecido por el decreto firmado por Javier Milei. El mismo no explicita el tiempo a concesionar y refiere la creación de cuatro sociedades anónimas por parte del Estado. En los considerandos del decreto se expresa textualmente : “Que a los efectos del Concurso Público, ENARSA y NUCLEOELÉCTRICA ARGENTINA SOCIEDAD ANÓNIMA (NASA), en conjunto, constituyeron CUATRO (4) sociedades anónimas: (i) ALICURÁ HIDROELÉCTRICA ARGENTINA SOCIEDAD ANÓNIMA, (ii) CHOCÓN HIDROELÉCTRICA ARGENTINA SOCIEDAD ANÓNIMA, (iii) CERROS COLORADOS HIDROELÉCTRICA ARGENTINA SOCIEDAD ANÓNIMA y (iv) PIEDRA DEL ÁGUILA HIDROELÉCTRICA ARGENTINA SOCIEDAD ANÓNIMA (LAS SOCIEDADES), cuyos paquetes accionarios del NOVENTA Y OCHO POR CIENTO (98 %) y DOS POR CIENTO (2 %) son propiedad, respectivamente, de ENARSA y NASA.”
Esta decisión hace difusas las intenciones del gobierno. ¿Cuál es el destino de estas cuatro empresas creadas cuando las represas pasen a manos del adjudicatario, considerando además, que ninguna de ellas está contemplada para su privatización en la ley Bases?. Si bien la norma expresa la finalidad de las empresas creadas cuando establece : “La titularidad por parte de ENARSA y de NASA de las acciones de las sociedades constituidas resulta transitoria, hasta tanto se produzca la transferencia de los paquetes accionarios al sector privado…”, de ninguna manera se justifica la creación de cuatro empresas para una cuestión transitoria, más aún cuando las concesionarias actuales seguirán operando las represas hasta su pase a las nuevas empresas adquirentes, expresado también por el mismo Decreto.
Como si eso fuera poco para profundizar la confusión, el decreto establece que se deberá “transferir las acciones que corresponden a ENARSA y a NASA de cada una de LAS SOCIEDADES a la SECRETARÍA DE ENERGÍA del MINISTERIO DE ECONOMÍA. La norma legal también hace mención a que “se deberá abonar el esquema de regalías para Río Negro y Neuquén que se acuerde entre la secretaría de Energía de la Nación y las provincias”, hecho que no sucedía hasta ahora. La ley Bases excluyó de la privatización a algunas empresas del Estado a pedido de algunos gobernadores, pero las represas no fueron incluidas por las solicitudes de los mandatarios provinciales de no privatizar.
Ni Figueroa ni Weretilneck reclamaron por ellas, pese a sus sobreactuados provincialismos. Las declaraciones realizadas por ambos gobernadores después de la quinta prórroga de contrato a favor de los actuales operadores de las represas hasta tanto se resolviera qué hacer con ellas, quedaron en el olvido. Ambos mandatarios hablaban de una propuesta de consenso con el gobierno nacional y superadora del modelo actual. Finalmente, ni una ni otra. Milei, fiel a su reiterada conducta de humillar a los representantes provinciales, entre otras personas, decidió solo y por el modelo nada novedoso de privatización. Ante ésta situación, ambos gobernadores viajaron urgente a Buenos Aires para reunirse con el secretario de Energía de la Nación, Eduardo Chirillo y luego con el Ministro Caputo. Trascendió un acuerdo con la Nación, que junto a las provincias “se definirá el uso del agua, regalías, plan de manejo del agua, aspectos ambientales y participación accionaria”, aunque la diputada nacional rionegrina de Milei, Lorena Villaverde, salió a negar rápidamente cualquier inclusión provincial en la toma de decisiones en el plan del gobierno central para la operación de estas centrales.
Alberto Fernández tuvo la posibilidad de hacer algo diferente con las represas, porque todos los contratos vencieron bajo su mandato. A su mejor estilo, decidió no decidir. La propuesta de los dos gobiernos provinciales y del kirchnerismo, en tiempos de Fernández, era que las dos provincias, Neuquén y Rio Negro, junto con el Estado Nacional, conformaran un organismo o una empresa mixta para operar las represas. Ganó nuevamente el interés privado por sobre lo público y lo que es de todos, termina en las manos de unos pocos. En nuestro país esponja, como lo definía alguna vez León Gieco, todo es absorbido y poco se aprende de las experiencias.
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